VATICANO ABUSOS
Las mujeres reclaman su lugar en la Iglesia para atajar la crisis por abusos
El papa Francisco da un mensaje desde el balcón de su estudio hacia la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Imagen AP.EFERomaLa Iglesia católica necesita una «visión femenina» para solucionar los «problemas estructurales» que permiten los abusos sexuales en su seno, tanto a menores como a monjas, según defendieron hoy en Roma varias exreligiosas, activistas y víctimas.Se trata de cinco integrantes de la asociación «Voices of Faith» (voces de fe), que busca que se reconozca la capacidad de las mujeres para ejercer cargos de responsabilidad dentro de la Iglesia católica, hasta ahora prácticamente reservados a los hombres.Las ponentes ofrecieron su opinión en la Asociación de la Prensa Extranjera en Roma a solo un día del comienzo en el Vaticano de una importante reunión de presidentes de los obispos de todo el mundo convocada por el papa para abordar la lacra de la pederastia.»Para construir una Iglesia verdaderamente profética las mujeres deben ser acogidas e involucradas en las tomas de decisiones. Esta crisis global por los abusos ha evidenciado que las autoridades eclesiásticas necesitan una perspectiva femenina», sostuvo la directora general de la organización, Zuzanna Flisowska.La cumbre versará sobre los casos de abusos a menores de edad que han salpicado a la Iglesia en distintas partes del mundo como Chile o Estados Unidos, pero aseguraron que no tienen «grandes expectativas» a pesar de que el comité organizador vaya a escuchar también el relato de varias víctimas en un encuentro paralelo.Sin embargo, celebraron que el papa Francisco reconociera que muchas monjas sufren abusos de poder y sexuales por parte de curas y obispos: «El silencio es un círculo vicioso», opinó Barbara Dorris, superviviente estadounidense y responsable de una red de víctimas.La exmonja alemana Doris Wagner abandonó su congregación y denunció abusos por parte de un alto cargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cura austríaco Hermann Geissler, quien ha renunciado al cargo recientemente mientras se investigan los hechos.La joven expresó sus dudas ante esta inminente y esperada reunión: «Creo que no es una cumbre de obispos sino una de supervivientes lo que marcaría la diferencia», apuntó.Dorris comparte la misma línea: «No tengo demasiada confianza en lo que decidan los oficiales de la Iglesia. Mi confianza es para los medios, las autoridades civiles y las víctimas, que dan valentía para seguir adelante y forzar los cambios que el mundo espera de la Iglesia», aseveró.Y la siguió la activista y secretaria del Foro de Teólogas Indias, Virginia Saldanha: «No tengo demasiada confianza en esta cumbre. La gente de Dios tiene que alzar su voz, eso es lo que traerá cambios», animó.La exmonja dominica alemana Regina Franken-Wendelstorf, activista por los derechos de las mujeres, sugirió que la Iglesia debe dejar de hablar de estos casos como «pecados» y reconocer que se trata de «un acto criminal contra la libertad y la integridad» de la mujer.La joven Wagner recordó que cuando en 2008 «sobrevivió» a los abusos pensó que era la única monja que había padecido esa situación durante años y por ello animó a denunciar este problema que, dijo, a menudo deriva en contagios de VIH y abortos forzados entre monjas.Celebró que «muchas víctimas están empezando a hablar» y aludió a un informe de 1998 en Estados Unidos en el que se afirmaba que en torno a un 30 % de las religiosas habían sufrido abusos: «Esto en un país desarrollado», indicó, para después pedir más investigaciones.La situación de las mujeres víctimas de violencia sexual y una posterior coacción de su agresor empeora en países más pobres y muy religiosos como la India, donde manchar el nombre de una minoría como la cristiana tiene un alto precio social, aseguró Saldanha.
El papa Francisco da un mensaje desde el balcón de su estudio hacia la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Imagen AP.EFERomaLa Iglesia católica necesita una «visión femenina» para solucionar los «problemas estructurales» que permiten los abusos sexuales en su seno, tanto a menores como a monjas, según defendieron hoy en Roma varias exreligiosas, activistas y víctimas.Se trata de cinco integrantes de la asociación «Voices of Faith» (voces de fe), que busca que se reconozca la capacidad de las mujeres para ejercer cargos de responsabilidad dentro de la Iglesia católica, hasta ahora prácticamente reservados a los hombres.Las ponentes ofrecieron su opinión en la Asociación de la Prensa Extranjera en Roma a solo un día del comienzo en el Vaticano de una importante reunión de presidentes de los obispos de todo el mundo convocada por el papa para abordar la lacra de la pederastia.»Para construir una Iglesia verdaderamente profética las mujeres deben ser acogidas e involucradas en las tomas de decisiones. Esta crisis global por los abusos ha evidenciado que las autoridades eclesiásticas necesitan una perspectiva femenina», sostuvo la directora general de la organización, Zuzanna Flisowska.La cumbre versará sobre los casos de abusos a menores de edad que han salpicado a la Iglesia en distintas partes del mundo como Chile o Estados Unidos, pero aseguraron que no tienen «grandes expectativas» a pesar de que el comité organizador vaya a escuchar también el relato de varias víctimas en un encuentro paralelo.Sin embargo, celebraron que el papa Francisco reconociera que muchas monjas sufren abusos de poder y sexuales por parte de curas y obispos: «El silencio es un círculo vicioso», opinó Barbara Dorris, superviviente estadounidense y responsable de una red de víctimas.La exmonja alemana Doris Wagner abandonó su congregación y denunció abusos por parte de un alto cargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cura austríaco Hermann Geissler, quien ha renunciado al cargo recientemente mientras se investigan los hechos.La joven expresó sus dudas ante esta inminente y esperada reunión: «Creo que no es una cumbre de obispos sino una de supervivientes lo que marcaría la diferencia», apuntó.Dorris comparte la misma línea: «No tengo demasiada confianza en lo que decidan los oficiales de la Iglesia. Mi confianza es para los medios, las autoridades civiles y las víctimas, que dan valentía para seguir adelante y forzar los cambios que el mundo espera de la Iglesia», aseveró.Y la siguió la activista y secretaria del Foro de Teólogas Indias, Virginia Saldanha: «No tengo demasiada confianza en esta cumbre. La gente de Dios tiene que alzar su voz, eso es lo que traerá cambios», animó.La exmonja dominica alemana Regina Franken-Wendelstorf, activista por los derechos de las mujeres, sugirió que la Iglesia debe dejar de hablar de estos casos como «pecados» y reconocer que se trata de «un acto criminal contra la libertad y la integridad» de la mujer.La joven Wagner recordó que cuando en 2008 «sobrevivió» a los abusos pensó que era la única monja que había padecido esa situación durante años y por ello animó a denunciar este problema que, dijo, a menudo deriva en contagios de VIH y abortos forzados entre monjas.Celebró que «muchas víctimas están empezando a hablar» y aludió a un informe de 1998 en Estados Unidos en el que se afirmaba que en torno a un 30 % de las religiosas habían sufrido abusos: «Esto en un país desarrollado», indicó, para después pedir más investigaciones.La situación de las mujeres víctimas de violencia sexual y una posterior coacción de su agresor empeora en países más pobres y muy religiosos como la India, donde manchar el nombre de una minoría como la cristiana tiene un alto precio social, aseguró Saldanha.
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