El juez Alejando Vargas, quien preside la audiencia donde se conoce la medida de coerción en el caso que se le sigue a los imputados en la operación Anti-Pulpo, recesó 45 minutos a los fines de que los abogados puedan interactuar con sus representados y conocer algunas inquietudes que éstos tengan.
La decisión fue tomada luego de que los abogados Juan José Eusebio, Menelo Núñez, Jhonatan Saldaña y Manuela Ramírez pidieron al juez el aplazamiento de la audiencia, para poder conocer a fondo el expediente y tener contacto con sus representados, ya que no han podido conversar con ellos ni tener conocimiento de la medida de coerción.
Ante esta petición, el director de la Procuraduría de Persecución contra la Corrupción Administrativa (Pepca), Wilson Camacho, pidió al juez que se les permitiera a los abogados de los imputados Domingo Antonio Santiago Muñoz, Aquiles Alejandro Crístopher Sánchez, Domingo Santiago Muñóz y Méndez Pineda conversar con ellos por espacio de media hora y luego ordenar la continuación de la audiencia.
Ante la sugerencia los abogados se quejaron al señalar que no era posible conocer en media hora un expediente de 267 páginas, en el que según dicen posee muchas “incoherencias y falsedades”.
Al agotar su turno, el juez rechazó aplazar la audiencia y otorgar un receso de 45 minutos para que los abogados hablen con los imputados y que la audiencia vuelva a reanudarse a las 12:30 de la tarde.
Consideró que los abogados tuvieron plazo suficiente para tomar conocimiento del expediente y prepararan su medio de defensa. Además, dijo que el Poder Judicial se ha preparado con un equipo para que no se le violenten los derechos a los imputados.
Los acusados detenidos, 10 en total, llevan casi una semana en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
“Es muy bueno usted pedir cuando no es usted que está preso, usted sabe la angustia que tienen ahí arriba los familiares sin saber cuál va a ser su destino?, dijo Vargas al justificar la decisión de no aplazar la audiencia.
Dijo que no estaba de acuerdo con que la audiencia se conociera en esa sala, pero lo convencieron de que había facilidades técnicas, para que no hubiese contaminación y que terminó aceptando, porque es una medida de coerción lo que se está conociendo, no un juicio, “aquí yo voy a ver lo que hay, lo que el ministerio público me está presentando”.
Dijo que ponderará lo que hay y a partir de ahí determinará si hay posibilidad de que alguien resulte cómplice o autor de lo que se le está investigando y en base a eso decidir.
Fuente: Listín Diario
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