Una toma de posesión limitada por el covid-19

La ceremonia de juramentación del 46° presidente de los Estados Unidos: breve, reducida y emotiva.

Joe Biden fue juramentado ayer miércoles minutos antes del mediodía por el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, en una ceremonia celebrada en el Capitolio, donde juró sobre la Biblia que su familia posee desde 1893 y sobre la cual también tomó juramento como vicepresidente en 2009 y 2013.

En esta ceremonia se invistió como vicepresidenta Kamala Harris, primera mujer vicepresidenta en la historia de Los Estados Unidos y también la primera negra de ascendencia asiática y caribeña elegida en ese cargo. 

Fue juramentada por la primera jueza latina de la Corte Suprema, Sonia Sotomayor

La ceremonia tuvo lugar en un Capitolio más vacío de lo habitual, debido a las medidas se seguridad impuestas por el covid-19, y la total ausencia de público del Mall, el gran parque que ocupa el centro de la capital de EEUU, Washington. 

Ha sido, en gran medida, un evento virtual, aunque no exento del tradicional entusiasmo y color que los estadounidenses dan a este acontecimiento.

Antes de que Harris jurara, la cantante Lady Gaga interpretó el Himno Nacional de EEUU, y, justo unos minutos antes de que Biden lo hiciera, Jennifer López hizo lo propio con ‘This Land is Your Land’. López también se dirigió brevemente en español a la audiencia en mitad de su interpretación.

Todos los expresidentes de Estados Unidos asistieron a la investidura del presidente electo Joe Biden y arribaron al Capitolio donde se desarrolló la ceremonia. George W. Bush y su esposa Laura fueron los primeros en llegar varias horas antes de la ceremonia de investidura. Poco después llegaron Barack y Michelle Obama y Bill y Hillary Clinton, en caravanas por separado. 

El presidente saliente, Donald Trump, quien anunció previamente que no asistiría a la juramentación de Biden, partió a primeras horas de la mañana de Washington, junto a su esposa Melania, hacia West Palm Beach, donde se refugiaron en la mansión que poseen en el exclusivo resort Mar-a-Lago, propiedad de Trump. 

Con esta ausencia el controvertido expresidente también se convirtió en el primer presidente en más de 100 años que no asiste a la investidura de su sucesor.

Fuente: Periódico Hoy