Uno de cada 120 bebés en Latinoamérica nace con algún tipo de cardiopatía

Uno de cada 120 bebés en Latinoamérica nace con algún tipo de cardiopatía; es decir, anomalías en la estructura y funcionamiento del corazón, las cuales de no ser diagnosticadas oportunamente pueden repercutir en el crecimiento de los niños, dijo ayer en México el doctor Héctor Diliz Nava.

De acuerdo con el doctor Nava, cirujano del Centro Pediátrico del Corazón ABC Kardias, estos problemas son detectables desde la semana 20 de embarazo. Sin embargo, en países como México el diagnóstico oportuno aún es escaso.

«Sobre todo porque hay muchas zonas marginadas del país donde las mujeres embarazadas no tienen acceso a los servicios de salud», aseveró.

El especialista indicó que existen seis diferentes grupos de cardiopatías, y aunque algunas requieren solamente tratamiento farmacológico, otras que son más complicadas deben tratarse con cirugía.

Diliz resaltó que las cardiopatías deben tratarse, idealmente, en el primer año de vida ya que de no ser así, el corazón de los pequeños puede sufrir un desgaste, «y si el corazón no funciona bien, todo el cuerpo tampoco lo hará».

No obstante, en México la falta de recursos incide en el tratamiento oportuno para este tipo de problemas.

Nancy es una de las pacientes del Centro. A sus cinco años tiene la salud de cualquier otra niña de su edad y, aunque su cardiopatía fue detectada a los dos años de edad, tuvieron que pasar tres años más para que pudiera ser operada.

«No teníamos recursos y fue muy difícil. Nancy estaba siempre muy cansada, se le ponían morados los labios, tenía taquicardia. Sabíamos que requería la cirugía pero no teníamos posibilidad de pagarla», contó a Efe Nancy Barrera, la mamá de la pequeña.

Fue con el apoyo de la Fundación Kardias y el Seguro Popular que lograron la operación y hoy la pequeña Nancy lleva ya una vida normal.

De acuerdo Diliz, solo entre 20 % y 30 % de los casos se curan completamente; el resto deben tener un seguimiento periódico y mantenerse con medicamento, aunque en algunos casos se deben someter a más cirugías.

Daniela Alemán es uno de los primeros casos de éxito de este tipo de operaciones.

A ella le detectaron una cardiopatía al año de edad; sin embargo, tuvieron que pasar cuatro años para poder operarla debido a que solo pesaba cinco kilos y no era candidata a la operación.

No obstante, tras la operación y el tratamiento pudo llevar una vida normal y hoy a sus 23 años ayuda a los niños que tienen que pasar por este tipo de procesos.

«Siempre trato de estar cerca. Les doy pláticas y les doy confianza para que no tengan miedo de la operación, para que vean que, como yo, ellos también pueden salir adelante», aseveró la estudiante de nutrición.

Diliz reconoció que el principal reto de los doctores que tratan este tipo de padecimientos es el diagnóstico y tratamiento oportunos, y es por ello que el Centro Pediátrico que funciona en el Hospital ABC busca beneficiar a pacientes de bajos recursos.

«La idea es que sea un centro al que lleguen niños no solo referidos de consulta privada sino también de hospitales públicos», aseveró.

El especialista explicó que actualmente cuentan con acuerdo con el Instituto Nacional de Pediatría y algunos hospitales de Ciudad de México, y esperan atender a poco más de 300 niños al año, aunque la idea es que en un futuro puedan llegar a muchos más.

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