Venezuela cerró por tiempo indefinido la frontera marítima y aérea con las islas de Curazao, Aruba y Bonaire. El director de Protección Civil en el estado occidental de Falcón, Gregorio José Montaño, dijo a The Associated Press que desde la mañana de ayer martes entró en vigencia una regulación que prohíbe la comunicación marítima entre Venezuela y las tres islas caribeñas que están frente a las costas venezolanas.
Montaño expresó que la decisión fue acordada por el presidente Nicolás Maduro y agregó que «no hay fecha de apertura».
Por su parte, el segundo comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi), general Miguel Morales Miranda, indicó que también fue cerrada el martes por tiempo indefinida la frontera aérea con las tres islas.
Morales Miranda dijo que el cierre se hizo con base a una operación denominada «Centinela» que activó hace cuatro meses la fuerza armada para el resguardo del territorio y «ante posibles incursiones no autorizadas», según reseñó la estatal Agencia Venezolana de Noticias.
La medida afecta las actividades de vuelos comerciales y privados entre Venezuela y las tres islas, así como tráfico de embarcaciones.
El cierre de la frontera marítima y aérea se da en momentos de una intensa pugna entre la oposición y el gobierno, que enfrenta crecientes presiones locales e internacionales, y a escasos cuatro días del inicio de un plan que impulsa la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, para ingresar al país ayuda humanitaria internacional.
La isla de Curazao es uno de los cuatro centros de acopio que fueron habilitados para recibir la ayuda humanitaria. En la ciudad colombiana de Cúcuta, en el estado brasileño de Roraima y la ciudad de Miami, Florida, también fueron establecidos centros de acopio.
El gobierno acordó a inicios del año pasado el cierre temporal de las comunicaciones aéreas y marítimas con Aruba, Curazao y Bonaire a raíz de algunas denuncias que surgieron sobre el contrabando de productos venezolanos hacia esas islas. La medida se extendió hasta abril.
A pesar de las tensiones entre gobierno y oposición desde mediados de enero de este año, el ministro de la Defensa de Venezuela, general en jefe Vladimir Padrino López, descartó el martes que los militares vayan a ceder a las presiones internacionales y ratificó el respaldo de las fuerzas armadas a Maduro. Padrino López condenó el pronunciamiento que realizó la víspera el presidente Donald Trump, en el que exhortó a los militares a apoyar al jefe de la Asamblea Nacional y líder opositor, Juan Guaidó, quien se declaró mandatario interino de Venezuela.
«Si nos quieren sancionar, sancionen. Si nos quieren chantajear, chantajeen, pero no lo van a lograr», sostuvo el jefe militar al advertir que los militares no aceptarán la imposición de un gobierno «títere».
«Van a tener que pasar por nuestros cadáveres», agregó.
Trump advirtió el lunes a los militares que si siguen respaldando a Maduro «no encontrarán puerto seguro, ni una salida fácil, ni forma de escapar. Lo perderán todo».
Padrino López y algunos integrantes del alto mando militar fueron sancionados entre 2017 y 2018 por Estados Unidos como parte de una larga lista que incluye más de medio centenar de funcionarios venezolanos.
Las fuerzas armadas, integradas por unos 200.000 hombres y casi 1,7 millón de milicianos, se han convertido en el principal soporte del gobierno de Maduro. El alto mando ha expresado en varias oportunidades su apoyo al mandatario, pero no se tiene certeza si esa postura es respaldada por los militares de los rangos medios y bajos que se han visto fuertemente golpeados por la crisis económica y social que atraviesa Venezuela.
El ministro también señaló a Trump por hacer «apología al terrorismo» al alabar al exinspector policial Oscar Pérez, quien se rebeló en 2017 contra el gobierno de Maduro y atacó algunas instalaciones públicas.
Tras abrazarse con la madre de Pérez durante un acto en una universidad de Florida, Trump recordó al expolicía y dijo que su muerte «no será en vano».
Pérez falleció a inicios del año pasado junto con otros seis miembros de su grupo en una operación que realizaron las fuerzas de seguridad en una barriada pobre al oeste de Caracas.
Maduro reiteró la noche del martes sus críticas contra Trump, y cuestionó durante un acto en la capital que «¿cuándo acá le nació tanto amor por Venezuela a Donald Trumpé», y aseguró que al mandatario estadounidense solo le interesa el petróleo y otras riquezas minerales que tiene el país.
El pronunciamiento del ministro coincidió con una serie de mensajes que Guaidó envió a través de su cuenta de Twitter a varios jefes militares a los que les pidió que permitan el 23 de febrero la entrada de ayuda humanitaria a Venezuela.
Desde que Guaidó asumió le jefatura de la Asamblea Nacional a comienzos de enero ha hecho varias exhortaciones a los militares a que desconozcan a Maduro.
Mientras tanto, Cuba –uno de los principales aliados del gobierno de Maduro– advirtió el martes que Estados Unidos prepara una intervención militar en Venezuela bajo la excusa de una crisis humanitaria y exhortó a la comunidad internacional a detener cualquier injerencia armada contra la nación sudamericana.
«No es posible que la ayuda humanitaria descanse sobre la violencia», dijo el canciller cubano Bruno Rodríguez durante una conferencia de prensa en la cual expresó su preocupación luego de que Trump no descartara la vía castrense en su confrontación con Maduro en un discurso la víspera.
Según Rodríguez, el guion de la ayuda humanitaria no es algo nuevo para Estados Unidos, sino que una posible invasión o guerra representaría «un excelente negocio» para el complejo militar industrial de ese país.
La Asamblea Nacional, de mayoría opositora, está impulsando un plan de ayuda humanitaria con el apoyo de Estados Unidos, Colombia y otros países europeos en abierto reto a Maduro, que ha descartado el ingreso de la ayuda alegando que lo que se busca es la intervención militar.
Luego de una reunión con varios diplomáticos europeos, el jefe del Congreso anunció el martes que Italia, España, el Reino Unido, Alemania y Francia realizarán aportes por más de 18 millones de dólares para ayuda humanitaria. Los principales países europeos han expresado su pleno respaldo a Guaidó y han hecho un llamado a elecciones libre como salida a la crisis.
A pocos días de que ocurra en la ciudad colombiana de Cúcuta el concierto organizando por el multimillonario británico Richard Branson para recolectar fondos para la ayuda humanitaria de Venezuela, el bajista y fundador de la legendaria banda de rock Pink Floyd, Roger Waters, salió a criticar la iniciativa del empresario y dijo el lunes en un video que colocó en su cuenta de Twitter que sólo formaba parte de un intento de Estados Unidos de tomar el control del país suramericano.
«¿De verdad queremos que Venezuela se convierta en otro Irak o Siria o Libiaé Yo no quiero eso», expresó Waters.
También te puede interesar
-
Se forma la tercera depresión tropical en el Atlántico rumbo a las Antillas Menores
-
Murió Silvio Berlusconi, ex primer ministro italiano, magnate y personalidad sin igual
-
Biden tras cierre del Silicon Valley Bank y Signature Bank: Nuestro sistema bancario es seguro
-
Detenida una banda en España que introducía coca desde República Dominicana
-
JCE convoca a partidos para tratar el «desbordamiento del proselitismo electoral»