¡Las armas de la dignidad nacional!

“A veces tomo los juicios de otras personas y me en­gaño, como enviar tropas a Santo Domingo; pero el hombre que me engañó fue Lyndon Johnson, na­die más”, comentaba el propio Johnson a través del teléfono, “yo lo hice”.

Abes Fortas y Robert McNamara escuchaban atentamente los lamen­tos del extinto presidente de Estados Unidos al no­tar que sus planes de in­tervenir en la guerra civil de 1965 y proteger a ciu­dadanos estadounidenses no estaban saliendo como esperaba.

A pesar de su arrepen­timiento, Lyndon B. Jo­hnson aseguró a sus in­terlocutores que “haría lo mismo en este mismo se­gundo si recibiera un tele­grama del embajador Sán­chez”, de acuerdo a cintas de la Casa Blanca, publica­das en 2015, que confir­maban que la motivación de la intervención era evi­tar una toma de poder co­munista.

Esta llamada ocurre un mes más tarde de que su­cediera lo que diera origen a la segunda invasión nor­teamericana. Se trata de la Guerra de Abril, significa­tiva gesta que hoy conme­mora 56 años.

Hombres y mujeres, sin importar edad o posición social, se unieron de for­ma armada en la búsqueda del retorno de la democra­cia tras el derrocamiento de Bosch en 1963.

Fuente: Listín Diario

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